El riesgo de la exclusión tecnológica en la sociedad

A modo de introducción, comenzamos diciendo que hoy en día, se hace necesario que la tecnología esté a favor de las personas y, sobre todo, de aquellas que se encuentran en riesgo de exclusión.

Tan importante es llevar la tecnología a esas personas, como fomentar e impulsar el desarrollo de las habilidades que les permitan poder formar parte de este mundo tecnológico en el que nos encontramos inmersos. Así, la tecnología tiene que ir de la mano de un programa formativo y un estudio del sector o de las comunidades a las que llegan, para conseguir que tengan habilidades, capacidades y una formación adecuada que les permita hacer un uso eficaz y adecuado de la misma. Esto se traducirá, sin lugar a duda, en una mejora de sus condiciones y de su calidad de vida.

Los diferentes actores, como pueden ser ONG, organizaciones y administraciones locales, empresas, etc., tienen que implicarse, participar y colaborar ya que son los que con sus medios, nos pueden aportar informes que nos permitan estudiar el contexto y la situación concreta de cada lugar para poder dar solución a este gran vacío.

Partiendo de la base de que poder acceder a internet es totalmente necesario para evitar desigualdad social, las nuevas tecnologías deben formar un espacio de integración social y un incremento de derechos de los ciudadanos.

En esta situación, se hace necesaria una activación de políticas desde los poderes públicos en todos los niveles territoriales. De no ser así, se verán incrementadas las desigualdades y la exclusión social y laboral, irán en aumento.

Ya somos muy conscientes de que la discriminación existe, pero se puede eliminar. ¿Cómo hacerlo? Convirtiendo las discriminaciones en oportunidades de igualdad para todos los ciudadanos. Y en el caso de las TICs, su conocimiento se hace esencial, al igual que su uso y acceso como base, junto con la educación.

En la actualidad, existen gran variedad de TIC, tanto de manera analógica como digital, como pueden ser la tv, radio, teléfonos fijos y móviles, ordenadores, líneas ADSL, etc. El uso de la telefonía móvil es el más destacado y generalizado, a continuación, está el ordenador y en el último lugar, el uso de internet.

Afortunadamente, se han aprobado Planes y hay muchos proyectos que tienen como objetivo lograr un buen uso de las TIC, que a su vez nos ofrezcan un modelo de crecimiento en el ámbito económico, basado en la productividad, competitividad, mejora de nuestra calidad de vida y el avance o impulso de la igualdad en nuestra sociedad.

Gran parte o en su mayoría, los casos de exclusión social se dan a causa del desempleo continuado o a largo plazo, la despoblación en el medio rural, la tercera edad, la precariedad en el trabajo, la migración o la afección de enfermedades crónicas, entre los más destacados.

Vamos a comentar algunos de estos ejemplos.

Las personas que habitan en el medio rural o despoblado, se encuentran con una mayor brecha digital, lo que se traduce en una inferior posibilidad para alcanzar las necesidades primordiales de desarrollo con la consecuente merma de oportunidad en lo humano, en lo económico y en lo social.

Las personas de edad avanzada también son un colectivo que encuentra una gran diferencia en el conocimiento de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, por el mero hecho de ser una generación anterior a la nuestra, lo que les puede convertir en personas en mucha desventaja, dentro de una sociedad tan tecnológica como ésta. La brecha digital en el ámbito laboral, también existe, sin duda. Y es que las TIC poseen un papel indispensable en la inclusión socio laboral del ciudadano, debido a que el empleo se convierte también en la mejor defensa contra la exclusión social.

Ante tanta diversidad, la pluralidad del ser humano, en distintos contextos y oportunidades, hace que la desigualdad esté muy presente y los más afortunados sean siempre los que tengan más facilidades.

Como conclusión, las TIC ejercen un poder de transformación en la sociedad y en las personas en particular, y su gran poder para beneficiar la inclusión de las personas en una situación vulnerable. Un mejor uso de las TIC, ofrece en paralelo una implicación de la administración pública, del sector privado y por supuesto, de la ciudadanía, que debería esforzarse en conseguir favorecer a nuestra Sociedad de la Información y de la Comunicación.
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Mejorando los servicios a los ciudadanos por parte de la Administración, se mejora la calidad de vida de éstos, en todos los ámbitos.

Queda mucho camino por recorrer y más que nunca, ir de la mano es un requisito para alcanzar que el conocimiento compartido, se convierta en el impulso y la fuerza para conseguir atenuar esta brecha social de nuestra sociedad.

Autora: Ana García

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