Uso inteligente de la tecnología en el colegio

Todos los ámbitos y áreas de nuestra vida han sido alcanzados por la tecnología, y no es exagerado afirmar que desde que nacen, los nuevos niños ya tienen un contacto directo o indirecto con ésta. Por ello, padres y profesores deben prestar especial atención a supervisar e inculcar el buen uso desde muy pequeños.

Y es que a pesar de que las herramientas educativas traen muchas ventajas, si se les da un uso incorrecto puede repercutir negativamente en el desempeño del estudiante. Por otro lado, el uso de aplicaciones adecuadas puede complementar el aprendizaje de los niños, ayudarlos con los deberes o favorecer el avance de sus aptitudes, introduciendo un hábito de estudio acorde a los tiempos actuales.

Pero, entonces, ¿qué hay que tener en cuenta para hacer un buen uso de la tecnología en las aulas? Todos los beneficios que aportan las TIC pueden verse empañados por una cierta carencia de conocimientos tecnológicos por parte del profesorado. Las tabletas se han ido abriendo paso en los centros para dejar a un lado los míticos cuadernos de anillas. Así, las materias y las clases serán más educativas y los alumnos comprenderán mucho mejor las distintas asignaturas. También ofrecen una gran ventaja de cara a la enseñanza y el trabajo en grupo de los alumnos ya que aprenderán valores tan importantes como el respeto o la solidaridad.

Por ello, se deben buscar metodologías educativas a raíz de nuevos dispositivos y aplicaciones para conseguir fomentar esta otra forma de aprender. En muchas ocasiones los niños asocian las nuevas tecnologías como una alternativa de ocio y entretenimiento y por ello hacen de ellas un uso elevado. El papel de los profesores y de los padres es saber enseñarles que no solo sirven para divertirse, sino que sirven para aprender. Para ello, hay que buscar un equilibrio entre lo tecnológico y lo analógico para promover un uso controlado de ésta El docente debe establecer las actividades educativas y suministrar los recursos y ebooks necesarios para que realicen su investigación. Por otra parte, en las aulas se puede aprovechar para leer en grupo e intercambiar impresiones u opiniones sobre esa lectura. Los números o las matemáticas pueden ser complicadas para la comprensión, pero si son impartidas de manera divertida con actividades que entretengan a los alumnos y con un buen uso de la tecnología, los alumnos aprenderán mucho más deprisa. Para ello, existen diversas herramientas o proyectos educativos específicos enfocados a enseñar matemáticas a los estudiantes, de manera divertida.

¿Y cuáles serían las recomendaciones para hacer un buen uso de la tecnología? La tecnología nos beneficia a todos, pero hay que saber aprovecharla y para esto, debemos seguir una serie de pautas. Los videojuegos nos ofrecen la ventaja de poder aportarnos un desarrollo psicomotriz y también nos impulsan en el aprendizaje. Sin embargo, un mal uso de este recurso puede repercutir en los niños y adolescentes. Por ello, es necesario darle un uso adecuado y saber de qué manera puede conseguirse. ¿Cómo hacerlo? Pues controlando su tiempo, acordando previamente el uso de los videojuegos y vigilar los signos de dependencia. También es importante respetar a los jugadores y tratar a todos los compañeros del juego con respeto y educación. Por último, hay que enseñar a los niños a alegrarse por las victorias de los contrincantes y motivarlos a aprender de ellos.  Las redes sociales también pueden ser muy útiles si se les da un uso adecuado, pues aumentan y potencian el círculo social de los niños y no incentivan jamás conductas de poder estar aislados socialmente, a la vez que se convierten en espacios ideales para poder compartir información como audios, videos y cualquier otro medio que nos permita comunicarnos.

No obstante, debemos evitar problemas como el ciberbullying y profesores y padres deben vigilar la actividad de los niños, sus contactos y ciber-amistades, establecer un control parental y determinar un uso diario. También queremos hacer mención al uso del móvil en los niños, que cada vez es más frecuente. Además, los profesores pueden utilizar este dispositivo para que los alumnos tengan un apoyo para aprender en el día a día. Deben educar a los menores sobre los peligros que puede encontrar en la red, establecer un decálogo o reglas para su uso, acompañar al menor lo necesario, sin invadir su privacidad, informar que todo lo que ven en internet no es cierto y enseñar el uso del móvil como medio de comunicación en situaciones de emergencia.

Como conclusión y tal y como hemos podido ver a lo largo de este artículo, es evidente que las TICS han tenido, tienen y seguirán teniendo una enorme repercusión en nuestra sociedad y en la educación en concreto, pero no debemos olvidar los pros y también los contras del mundo tecnológico en el que cada vez estamos más inmersos.

Las nuevas tecnologías nos ayudan a mejora los métodos de enseñanza y aprendizaje. En el ámbito de la educación, facilitan un apoyo y colaboración entre las familias, los colegios y el mundo laboral y también pueden ayudar a combatir la desigualdad social, y su uso a favor o en contra de una sociedad más justa, va a depender en gran parte de los conocimientos, de la educación y la capacidad de los usuarios para ser críticos. Así, usar recursos tecnológicos en la educación, lo
prepara para poder incorporarse a la sociedad en la que nos desarrollamos, cada vez más tecnológica.

En definitiva, al margen del método que se utilice para aplicar las nuevas tecnologías en las clases, debe primar una formación que nos permita competitividad digital, educación completa y alfabetización digital.

Autora: Ana García Pérez

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